La pizarra es una roca metamórfica formada a partir de sedimentos arcillosos sometidos a altas presiones y temperaturas, lo que le da una estructura laminada y una gran resistencia. Su formación permite que se divida fácilmente en láminas delgadas y planas, lo que la hace ideal para diversos usos en la construcción. Tradicionalmente, se utiliza en cubiertas de tejados por su impermeabilidad y durabilidad. También se emplea en revestimientos de fachadas, suelos y elementos decorativos. Su color oscuro y textura elegante aportan un estilo distintivo, combinando funcionalidad y estética en proyectos arquitectónicos tanto rústicos como contemporáneos