El porcelánico es un material cerámico de alta resistencia, fabricado a partir de una mezcla de arcillas puras, feldespatos, arena y otros minerales, que se compactan y se cuecen a temperaturas superiores a los 1200 °C. Este proceso da lugar a una superficie muy densa, impermeable y duradera. A diferencia de las piedras naturales, el porcelánico es un producto industrial, lo que permite una gran variedad de acabados, colores y texturas que imitan materiales como la madera, el mármol o el cemento. En construcción, se utiliza en suelos, paredes, fachadas ventiladas y encimeras, siendo ideal por su resistencia, estética y bajo mantenimiento.